martes, 15 de julio de 2008

La crítica del concierto de Pilar!

Hoy salió publicada en La Nación la crítica del concierto del sábado. La copiamos a continuación, con alegría y orgullo.

Atmósfera sonora con acento inglés
El conjunto MISTER BANISTER ofreció un destacado concierto en el ciclo Pilar Golf
Concierto del conjunto Mister Banister, formado por Evar Cativiela (laúdes) y Ramiro Albino (flauta dulce y arpa) y los músicos y cantantes Silvina Sadoly (soprano), Pablo Travaglino (tenor), Víctor Torres (barítono), Pablo Angilletta (viola da gamba) e Igor Herzog (tiorba). Programa: obras de John Dowland (1563-1626), Henry Purcell (1659-1695), Thomas Simson (1582-1630) y Solomon Eccles (1645-1710). Ciclo de Conciertos Pilar Golf.
Nuestra opinión: muy bueno
Se constituyó en una presentación de alta jerarquía musical poco frecuente el cuarto concierto del ciclo organizado por Pilar Golf. Es que las enormes dificultades que encierra el abordaje de composiciones del período del mayor esplendor del estilo barroco, coincidente con la cumbre de Shakespeare y con el siglo de oro teatral de la lengua española, fueron resueltas con seguridad gracias a la calidad de los cantantes y músicos invitados, todos ellos experimentados en este campo del quehacer musical.
Si bien el programa estuvo dedicado a ofrecer obras de Dowland y Purcell, asimismo se ofrecieron algunos ejemplos de otros de los muchos creadores británicos como Simpson y Eccles, que se suman a la rica creación de Byrd, Gibbson, Morley, Weelkes, Wilbye y Bull, émulos talentosos de una época de la historia musical incomparable.
Con la primera entrega, una improvisación a cargo de Ramiro Albino y Evar Cativiela, se logró generar la atmósfera de necesaria placidez para apreciar la propuesta, acaso para muchos compleja de asimilar, frente a la tenue sonoridad de los instrumentos, que fueron creados para ambientes íntimos. Es que, precisamente, cabe recordar, la reina Isabel misma, que tocaba el virginal (instrumento de la época) y era una fervorosa aficionada a la música, vislumbró el concierto público.
Todos los cantantes e instrumentistas intervinieron en forma alternada o en grupo en una serie de composiciones muy bellas, tanto de Dowland, a partir de su creación, escrita en 1597, Now, o Now, I Needs Must Part , como de Purcell, de quien se escucharon páginas de su Orpheus Britannicus, los fragmentos de Tyrannick love, or The Royal Marty, con lucimiento de Torres, Travaglino y Sadoly, en solos entonados con delicadeza expresiva y musicalidad. Dentro de esta tónica y con un muy parejo rendimiento individual transcurrió el programa, valioso por las obras y atinado desde el punto de vista artístico, porque su duración fue justa, la que permitió aquella manifiesta atención de los asistentes con el consecuente y necesario silencio sólo alterado por el sostenido aplauso.
La última obra ofrecida fue una pieza para flauta y laúd de Solomon Eccles publicada en The division flute de 1707, su A Division To A Ground , obra que permitió el lucimiento de Evar Cativiela y Ramiro Albino, recibida con placer. Cuando se sumó el grupo para el saludo final, el entusiasmo generó que se repitiera Now, O Now, I Needs Must Part , de Dowland, la primera obra ofrecida del autor, tan valiosa, cautivante y colorida. Un lógico premio para tanto esfuerzo y amor por el arte.

Juan Carlos Montero

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